13. febrero 2019

Solía ver el mundo de forma diferente. Sus ojos habían visto demasiado ya. Incluso cuando los cerraba, los recuerdos se alineaban esperando el momento exacto para hacer su aparición estelar. Soñaba pues, con los ojos abiertos. Advirtiendo amor, danzaba melodías eternas. Divisando irrealidades, teñidas de color gracias a la luz que aún seguía manteniendo encendida en su interior. Su sonrisa, era la máscara más poderosa junto al sueño que vivía entre sus lentos parpadeos. Nadie...

11. enero 2019

Apagad los flashes Apagad los micrófonos Nuestra voz es suficientemente poderosa para alzarse ante vuestras mentiras. Respeto como ley Verdad como arma. Sinceridad como solución y respuesta a acusaciones que no se detienen. Nosotros tampoco. Luchamos porque sin necesidad de atacar llevamos la verdad de nuestra mano. Su verdad. La verdad. Esa que corre maratones con nosotros detrás de sus huellas.

26. noviembre 2018

¿Puede alguien advertir lo que no para a mi alrededor? Esa lucha constante por ganar en decibelios. Palabras. Palabras tuyas y suyas como respuesta. Silencio por mi parte mientras. Hacer como que no estoy. Aislarse es la escapatoria. Quizás esa puerta sea lo que más fácil me puede apartar de ese universo en el que no quiero estar. Ya no. Ya no puedo. Luz encuentro allí. En medio de oscuridad y recuerdos en forma de fotografías y textos que apenas recuerdo. El suelo que siempre me...

29. octubre 2018

Había encontrado un refugio al que acudir cuando más lo necesitaba. Una voz que me calmaba y me aconsejaba. Y un entendimiento desde la otra parte del escritorio que nunca antes había tenido. Del primer día recuerdo el miedo con el llegué a esa sala de espera. No me atrevía a imaginar que al otro lado de la puerta hubiese una persona que fuera a comprender tanto mi situación. Quizás era la incertidumbre por tratar de conseguir que alguien entendiera mis palabras, aunque a esas alturas...

25. octubre 2018

Empezar. Hacer frente. Romper con todo y crear aunque sea a pasos pequeños ésto que visualizo a diario en silencio. Qué no pese. Qué no agobie, ni que termine por agotar la fe. Mi mente me dice que soy mas de escribir que de hablar. Considero que se me hace muchísimo más cómodo atender a lo que otros dicen o no -como lo que mi imaginación me pueda dictar. O leer miradas, gestos. Digamos que el silencio es mi templo y, no me molesta para nada permanecer ahí. A veces, me habla en pasado...